Sea cual sea el método de depilación utilizado (cuchilla, crema depilatoria, cera…) siempre se puede experimentar algún tipo de dolor, escocedura o quemaduras, especialmente en verano, cuando los factores externos pueden llegar a conseguir que depilarse sea una auténtica tortura. Y es que las altas temperaturas, la sudoración, el agua salada y los rayos UVA harán que tu piel sufra aún más.
Afortunadamente, existen algunos truquitos que podemos poner en práctica para conseguir reducir el típico dolor que experimentamos durante y después de la depilación. ¿Quieres conocerlos? ¡Pues estate muy atenta los consejos que vamos a darte a continuación! ¡Te serán de gran ayuda!
Antes de depilarse
Antes de comenzar a depilarte deberás asegurarte de que tu piel está completamente limpia y seca. Por eso, uno de los mejores momentos para depilarse es tras la ducha. También es importante que te fijes si en las áreas a depilar hay quemaduras, rozaduras o heridas, ya que el dolor en estas zonas podrá ser mucho más fuerte.
Consejos para reducir el dolor durante la depilación
Por supuesto, también hay que tener en cuenta la largura del pelo. Lo mejor es que el vello tenga un centímetro si vas a depilarte con cremas, ceras y maquinillas eléctricas. Si vas a utilizar la cuchilla, la largura no importará tanto.
Tras la depilación
También son muy importantes los cuidados tras la depilación. Así, deberás evitar la exposición solar durante las 24 horas posteriores. Por otro lado, tendrás que aplicar inmediatamente después toallitas o cremas hidratantes para calmar y mantener la suavidad de la piel. Si notas molestias o enrojecimiento en zonas sensibles como las ingles, las piernas y la zona del rostro, puedes aplicar cremas hidratantes o con aloe vera, que te te ayudarán a rehidratar tu piel y calmar el dolor y la irritación.