Cómo controlar los sentidos para reducir la ansiedad
En el dicho “la comida entra por los ojos” hay mucho de cierto. Los sentidos, el hambre y la ansiedad están íntimamente relacionados. Por ello es interesante que conozcas qué tipo de hambre tienes, para saber cómo controlar los sentidos para reducir la ansiedad.
Los estímulos que captan los sentidos provocan reacciones de diferentes centros cerebrales, que generan tanto hambre como ansiedad por la comida. Ver, oler, degustar y tocar la comida puede generar una gran tentación por una comida o un bocadillo.
Por ello, una de las formas de mejorar tu autocontrol y reducir tu ansiedad por la comida es conocer qué sentidos generan el hambre en ti
¿Qué tipo de hambre tienes?
Hambre bucal
La ansiedad y los atracones van de la mano. Cuando pierdes el control de lo que comes, no sabes cuanto comes. Si comienzas a ser consciente del bocado de comida que llevas a tu boca, sientes su sabor y lo masticas correctamente, verás que esta ansiedad disminuye. Disfrutar la comida en forma lenta es uno de las formas de controlar el hambre y la ansiedad.
Hambre olfativa
Puedes estar a metros de distancia de la cocina y sentir el olor a la comida recién preparada. Esto genera una serie de reacciones orgánicas que pueden generarte hambre y deseos de “comerte todo”. Para evitar los atracones, puedes tomar al sentido del olfato como tu aliado para adelgazar. Para ello, es importante que huelas la comida, realiza esto varias veces. Presta atención a los alimentos que forman parte de esta comida, y cómelos lentamente saboreándolos.
Hambre visual
La comida entra por los ojos. Si la presentación de una comida es agradable a la vista, puede que pierdas el control y quieras comer todo lo que está en el plato. Para que esto no ocurra, ten presente que alimentos forman parte de esa comida. La variedad de colores, convierten a las comidas sumamente tentadoras, un ejemplo de ello son las ensaladas.
El secreto para controlar la ansiedad y tomar como aliados a los diferentes tipos de hambre es ser consciente de lo que comes. Si antes de llevarte el primer bocado a la boca prestas atención a lo que comes y disfruta de ellos, las probabilidades de que tengas un atracón se reducen.
Esta es la clave para no comer tanto, e incluso para que conozcas cómo controlar los sentidos y saber qué alimentos elegir. De esta forma podrás realizar comidas apetecibles a la vista, el olfato y deliciosas para degustarlas sin culpa.