La Motivación en el ejercicio, el apoyo para tu entrenamiento


Cuando nos disponemos, después de sopesarlo bien, a comenzar a realizar algún tipo de ejercicio son varios los factores que entran en juego para que lleguemos a los objetivos previstos y uno de los más importantes es la motivación en el ejercicio físico.


Está claro que la realización de cualquier tipo de actividad física o deportiva requiere de una fuerte determinación para que no se convierta en algo esporádico sino que termine siendo una actividad habitual en el día a día de nuestra vida.

Y en conseguir la constancia necesaria para seguir realizando, día tras día, ejercicio físico o algún deporte, la fuerza de voluntad y la motivación juegan un papel fundamental, por eso es necesario trabajar ambas para conseguir lo que nos proponemos.

Hemos escuchado muchas veces que la mente es más poderosa que el cuerpo y que quién quiere puede. Lo cierto es que la motivación en el ejercicio físico puede ser el hecho diferencial que nos permita mantenernos en la constacia de su realización.

Porque lo cierto es que no resulta fácil, una vez pasada la primera etapa de alta motivación, enfrentarse cada día e independientemente de como nos encontremos a nivel físico o anímico, a la realización de un esfuerzo como lo es el ejercicio físico.

Todas las cosas que nos pasan a lo largo del día influyen en nuestra motivación y ganas a la hora de realizar el ejercicio que nos hemos propuesto. Desde problemas en el trabajo hasta problemas familiares o con amigos, todos esos factores influyen en nuestro ánimo.

Por eso la motivación en el ejercicio físico es algo a lo que, no sólo debemos agarrarnos, sino que debemos también potenciar adecuadamente, de forma que podamos recurrir a ella cuando las fuerzas o el ánimo nos abandonan ante el ejercicio.

Lo primero que podemos realizar para potenciar nuestra motivación es intentar visualizar nuestro objetivo final, porque todos, en mayor o menor medida, cuando nos disponemos a hacer ejercicio lo hacemos con un objetivo concreto a conseguir.

En este caso debemos visualizarnos sobre cómo estaremos cuando hayamos conseguido ese objetivo. Si nuestro objetivo es perder unos kilos debemos “vernos” con nuestra imagen cuando ya los hayamos perdido. Debemos intentar visualizarnos con todo lujo de detalles.

Otra posibilidad para encontrar la motivación en el ejercicio físico es buscarla en otra persona. A veces el sentirnos acompañados en la realización del ejercicio nos va a ayudar a ir consiguiendo nuestras metas de forma más sencilla.

No obstante tengamos en cuenta que basar nuestros objetivos en otra persona tiene una doble vertiente, por un lado lo motivador que es compartir el ejercicio con alguien, pero por otro lado debemos tener cuidado de no dejarnos arrastras por unos objetivos irreales en nuestro caso.

Por último no olvidemos nunca que hay que mantener una actitud positiva. Ante el cansancio, ante el desánimo, ante la pereza, en la medida que seamos capaces de mirar el entrenamiento como algo bueno y no como un castigo, comenzaremos a ver los logros de forma más clara.