El consumo de agua para una buena salud es algo fundamental en nuestras vidas, baste con decir que al igual que el planeta Tierra, el cuerpo humano está compuesto en un gran
porcentaje por agua.
Así es, el agua es el componente más abundante del organismo y comprende casi 2/3 de nuestro peso total.
Según todos los estudios, una persona sana debe consumir en promedio dos litros de agua o el equivalente a ocho vasos al día, y ojo, no necesariamente cuando sienta sed. Esta cantidad de líquido permitirá que la máquina del cuerpo funcione con normalidad.
En todo caso, la cantidad de agua que ingrese a nuestro organismo debe variar de acuerdo a la actividad diaria que realice el individuo, pero también a otros factores, como el clima, la humedad, la altitud, la edad y la constitución física de la persona.
La ingesta y consumo de agua para una buena salud debe realizarse gradualmente y en pequeñas cantidades para una mejor asimilación, no se trata de compensar todo en una sola toma y llenarse de agua de una sola vez.
Si somos aficionados a la practica deportiva de forma moderada a intensa cada día, entonces requeriremos de la ingesta de dos a cinco litros de agua, que deberemos ingerir antes, durante y después del entrenamiento.
La importancia del agua en nuestra salud va más allá de lo que podemos pensar, así el consumo de agua ayuda a prevenir diarreas, inflamación, gases, diverticulosis (presencia de protuberancias en las paredes del colon), etc.
Un reciente estudio en la Universidad de Harvard ha señalado que la hidratación adecuada reduce hasta en la mitad las probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga. Esto nos da una idea de los importante que es el consumo de agua para una buena salud.
No olvidemos tampoco que el agua resulta siendo el principal componente de la sangre y se le cataloga como un buen aliado para transportar los nutrientes esenciales a través de todo
nuestro organismo.
Además, el agua ayuda a digerir los nutrientes que consumimos y contribuye con la importantísima misión de eliminar las toxinas e impurezas a través de los órganos excretores.
Para asegurar un correcto consumo de agua para una buena salud, debemos saber que podemos encontrar fuentes de agua en alimentos como verduras y frutas, que son los alimentos que poseen un mayor porcentaje de agua, con cerca de un 95%.
Se aconseja incluir en nuestro menú diario verduras como lechuga, tomate, pepinillo, entre otros. Al mismo tiempo también se recomiendan frutas como mandarina, melón, sandía y en general todo tipo de frutas ricas en líquido.
Por último señalar que la carencia de agua en el organismo puede provocar deshidratación y pérdida de electrolitos como sodio, potasio y, claro está, de agua. Ante la nula hidratación, la presión arterial disminuye, provocando mareos o sensación de pérdida de la conciencia.