¿Cómo afrontar los cotilleos, rumores y comentarios maldosos en el trabajo?


Todo el mundo hace comentarios sobre la vida de los demás, pero hablar es muy diferente que poner en juego el carácter o reputación de alguien. 

La compulsión por los cotilleos ya es perjudicial en la vida, pero en el ambiente de trabajo puede acabar destrozando un compañero de trabajo e incluso arriesgar la pérdida de su puesto.

Muchas son las razones que llevan las personas a cotillear dentro de la empresa, como por ejemplo, una persona desmotivada. La falta de comunicación, así como la envidia y las ganas de agradar a los demás también pueden ser los culpables por los cotilleros y mal rollo dentro del ambiente laboral. Conozca, a continuación, unos buenos consejos para aprender a afrontar estas situaciones sin perjudicar tu trabajo:

La desmotivación es una de las principales causas del cotilleo, un empleado que no sube de puesto o no recibe aumento en su sueldo puede empezar a soltar barbaridades de los jefes y comparaciones con los demás compañeros.

Las personas extrovertidas, que dentro del trabajo no pueden expresarse como gustaría, también son potentes cotillas. Insatisfecho, el cotilla busca una distracción y sentido a su rutina y empieza a atacar los compañeros, sobre todo los que cuentan con características físicas peculiares.

¿Qué debo hacer? Si el grupo de los cotillas están atacándote a ti es señal de que tu trayectoria laboral va bien, no te preocupes por nada y siga tu camino. Los puntos que la gente critica pueden ser las claves de tu éxito y destaque.

La falta de comunicación desencadena los cotillas; si una información es transmitida a un pequeño grupo de personas, será motivo para cotilleo potente en la boca de los que no tienen acceso a esta info. Por ejemplo, el jefe comenta a su secretaria que habrá corte de costes. La secretaria comenta con su amiga que llama otra amiga y dice “mitad de la empresa será dimitida”.

¿Qué hacer? Ir directo a la fuente, si tienes algo de confianza puedes dirigirte directamente a los jefes y contar a los jefes los rumores, sin citar nombres.

La envidia es como un virus y el ambiente laboral es propicio para su proliferación. El talento y logro ajeno promueve en algunas personas un sentimiento de irritación y rencor.

¿Qué hacer? Si eres tú el centro de los cotilleos, la salida más inteligente es ser fría y equilibrada. No necesitas excusas o justificativas para merecer los frutos que conseguiste, el éxito es tuyo y no tiene porque explicarse.