Ni grasa, ni seca. La piel mixta es aquella piel que tiene aspecto brillante, con poros dilatados, sobre todo en la “zona T” (frente, nariz y barbilla).
En las otras zonas del rostro suele ser normal o reseca y opaca.
El error más común en el cuidado de este tipo de piel es ofrecer el mismo tratamiento para todas las zonas. En este tipo de piel, cada área tiene su necesidad específica. El cuidado generalizado de la piel mixta puede favorecer el aparecimiento de puntos negros, granos y descamaciones. Si te has identificado con los párrafos anteriores, entienda como limpiar, hidratar y cuidar de tu piel mixta:
La limpieza facial debe ser diaria para preparar la piel para recibir otros productos, como maquillaje o hidratante. Lo mejor es usar lociones neutras que no agreden la piel. Prefiera jabones líquidos que son más suaves. Primero, utiliza agua templada para retirar la suciedad y desatascar los poros. Después aplica la loción de limpieza con movimientos circulares y retira con agua fría.
Posteriormente, aplica tónicos o lociones astringentes en toda la zona T para remover el exceso de oleosidad. El importante el uso del tónico para revitalizar la piel y prepararla para la hidratación.
La exfoliación debe ser realizada dos veces a la semana en la zona T y cada 15 días en las zonas más secas.
Ahora es hora de hidratar la piel. El uso de hidratante estimulan la renovación celular y protegen la cutis del envejecimiento precoz. Aplica un hidratante especifico para piel mixta, dos veces al día. Esparce con movimientos circulares y suaves hasta que sea completamente absorbido. Para no aumentar la oleosidad de la piel en la zona T, aplica un astringente antes de aplicar el hidratante en esta área.
Las mascarillas faciales deben ser indicada para piel mixta y tener propiedades como té verde, extracto de hamamelis, camomila, acido hialuronico, entre otros ingredientes con acción calmante y que controlan la oleosidad.