Las supersticiones son un mundo extraño y complejo. En el siguiente artículo te contamos más sobre este tema.
Nadie, incluso los más incrédulos o escépticos, puede decir que jamás ha considerado creer en algún tipo de superstición.
No pasar por debajo de una escalera, no cruzarse con un gato negro, 10 años de mala suerte si se te rompe un espejo, no poner la cartera en el suelo porque llama a la pobreza, no pasarse el salero en la mano…, en fin, son muchísimas las supersticiones que nos rodean a diario.
Entre un país y otro van cambiando y están muy ligadas a la cultura, a la clase social e incluso a la época.
Lo cierto es que muchas personas dicen no ser supersticiosos, pero sin embargo sí prefieren esquivar un gato negro o prefieren no pasar bajo una escalera. Y es que la sola sensación de que nos pueda pasar algo malo, nos lleva a evitar correr el riesgo.
Ser supersticioso no tiene nada de malo, mientras el evitar ciertas conductas o hacer otras no afecte tu vida o la de los demás. No hay problema en preferir dejar tu cartera en la silla, o dejar el salero en la mesa antes de pasarlo en la mano, para así creer que nos estamos evitando la mala suerte, pero otro es el caso de quienes ven completamente alterada su rutina debido a las supersticiones.
Cuando una persona teme por ejemplo salir a la calle porque puede cruzársele un gato negro, o no tiene espejos en su casa para evitar que se rompan, es que ya se está viendo perjudicada su vida debido a esos temores.
En estos casos se recomienda ayuda profesional, pues existen terapias psicológicas especializadas en estos temas.
Y tú, ¿eres supersticiosa?
Fuente:http://www.pretenciosas.com/psicologia/%C2%BFeres-supersticiosa.htm