La hormona FGF-21 ha despertado una gran esperanza, con su acción quema grasas y su supuesta regulación de la obesidad. Pero, ¿es todo perfecto a su alrededor? Al parecer, no tanto. Entérate más leyendo este artículo.
Sin duda alguna, la hormona FGF-21 despertó una serie de esperanzas cuando fue señalada como una de las posibles esperanzas a futuro para perder peso. Su acción “milagrosa” consistiría en una hormona, que está dentro del organismo, pero que en las cantidades adecuadas podría llegar a generar un efecto quema grasas notable, ya que activaría la llamada “grasa parda” . Pero, ¿es todo bueno en torno a la hormona FGF-21?
Puntos a favor:
En primer lugar, el principal efecto que tendría la hormona FGF-21 a la hora de ayudar a perder peso, es su activación de la grasa parda. Esto presupone un mayor consumo energético, lo que termina representando lisa y llanamente en un aumento de la grasa corporal quemada. Por eso mismo, las investigaciones en torno a ella están despertando mucha expectación. Y se cree que puede llegar a tener efectos fabulosos a la hora de perder peso. Hablando simple: sería una especie de regulador de la obesidad.
Además de ejercer el consabido efecto quema grasas que tanto le achacan a esta hormona, una investigación reciente realizada en España, señaló que sus efectos incluso van más allá de estas cuestiones. Al parecer, esta hormona la fabrica el propio corazón para protegerse. Por esta misma razón, tener un número bajo en el cuerpo de ella podría llegar a ser perjudicial a la hora de padecer enfermedades relacionadas con el aparato cardiovascular.
Puntos en contra:
Pero no todo es color de rosas en el mundo de la hormona FGF-21. Según una investigación realizada en China, los roedores que fueron suplementados con dicha hormona en exceso, sufrieron un efecto devastador en sus huesos. De hecho el Doctor Yihong Wan, uno de los directores del trabajo, declaró que “esta hormona es un regulador muy potente de la masa del hueso”, razón más que suficiente para no abusar de ella y tener en cuenta lo que puede suceder con un consumo externo no controlado de la FGF21.
Después, quedará a criterio de cada uno la aplicación externa de la hormona FGF-21 como opción de cara a la pérdida de peso. Pero siempre, ten en cuenta que antes de comenzar con esta clase de tratamientos, debes hacer una consulta con un médico especialista.