El corrector es uno de nuestros grandes aliados a la hora de corregir nuestras imperfecciones. De hecho, a diario lo utilizamos para camuflar ojeras, granitos y manchas en la piel, aunque no siempre obtenemos los resultados que quisiéramos.
Para que vuelvas a creer en este gran aliado del maquillaje, que podrás encontrar en formato fluido, cremoso o en lápiz, hoy vamos a darte las claves para que escojas el corrector ideal, teniendo en cuenta que si no hay problemas específicos, se debe escoger un tono por debajo de la base de maquillaje. ¿Quieres saber qué corrector debes escoger? ¡Pues muy atenta a lo que te contamos a continuación.
Según el problema a tratar
En primer lugar, debes tener en cuenta que no puedes utilizar el mismo corrector para todas las zonas del rostro. Así, para las ojeras violetas o marrones son preferibles los correctores rosáceos o naranjas, respectivamente, mientras que para las rosáceas hay que utilizar correctores beige o verdosos y un corrector naranja para las manchas muy profundas. Para los granitos y las rojeces lo ideal son los tonos amarillentos.
Consejos para escoger el corrector ideal
Diferentes texturas
Es importante escoger la textura correcta para asegurar un mayor cuidado de la piel y aumentar la belleza. Así, una piel normal puede utilizar cualquier textura, mientras que las pieles secas necesitan correctores en crema o fluidos. En cambio, los cutis grasos necesitan correctores en barra.
También es importante tener en cuenta la edad. Así, para rostros más maduros hay que utilizar productos más ligeros para evitar que se marquen las líneas de expresión.
Diferencia entre corrector e iluminador
Por último, debes tener claro que un corrector no es lo mismo que un iluminador. Mientras que el primero corrige diferencias de tono de piel, el iluminador resalta zonas bonitas e ilumina otras más hundidas.