Ejercicios prácticos de relajación y meditación


Aunque no es posible dejar atrás los problemas, sí podemos eliminar buena parte de las tensiones a las que nos sometemos día a día. Tenemos que aprender a tomar distancia de nuestras preocupaciones y para ello nada mejor que unos sencillos ejercicios prácticos de relajación y meditación.

Podemos realizar estos ejercicios por la mañana al levantarnos, al volver del trabajo, al acostarnos… Lo importante es que reservemos unos treinta minutos para nosotros, sin interferencias, en un rincón donde nos sintamos cómodos y sin nada que nos estorbe.

Debemos procurar que en la habitación podamos disfrutar de una temperatura agradable y que el teléfono esté desconectado. Comenzaremos este repaso por los ejercicios que servirán para relajarnos y meditar, por el denominado ejercicio de la nube.

El ejercicio de la nube es uno de los clásicos ejercicios para aprender a relajarse. Deberemos recostarnos en el suelo entre almohadas y cerrar los ojos. Imaginemos que estamos rodeados de cielo azul, mientras inspiramos lentamente y dejamos que nuestra mente se contagie de la paz de ese azul.

Sentiremos cómo nos pesan los pies, los tobillos, las piernas, pero nos sentiremos ligeros y livianos porque estamos sobre una nube, mullida, suave, cálida y acogedora. Nos abandonaremos a a esa sensación relajando ahora el cuerpo, los brazos, el cuello, la cabeza, etc.

Con estos ejercicios prácticos de relajación y meditación, llegados a este punto del ejercicio de la nube, notaremos que no pesamos nada, y nos sentiremos ligeros como una pluma pero muy seguros entre esa nube blanca que nos envuelve con su seguridad.

Es el momento de disfrutar de esa relajación unos minutos para, posteriormente, despedirnos de la nube despacio, primero tomando conciencia de nuestros pensamientos, después con los brazos y el cuerpo, hasta los dedos de los pies. Cuando terminemos nos sentiremos relajados y llenos de paz.

Dentro de los ejercicios prácticos de relajación y meditación, es muy importante que aprendamos a meditar ya que puede convertirse en uno de nuestros mejores aliados a la hora de encontrar solución a esos problemas a los que damos vueltas durante todo el día.

La meditación puede ayudarnos a encontrar pistas dentro de nuestro interior, pistas que nuestras tribulaciones no nos dejan escuchar. Se trata de una técnica que pretende acallar el pensamiento consciente para que puedan fluir ideas o sensaciones de otros niveles.

Aunque la práctica del yoga y otras técnicas orientales es la más acertada para llevarla a cabo, puedes empezar con un sencillo ejercicios prácticos de relajación y meditación realizado en casa, repitiéndolo tantas veces como queramos, hasta lograr nuestros objetivos.

Procederemos a sentarnos en el suelo con la espalda erguida, y a fijar nuestra atención en un punto. Invitaremos a nuestra mente a despojarse de sus pensamientos. Al principio, nos resultará casi imposible tener la mente en blanco, y notaremos cómo nos llegan ideas y pensamientos.

No debemos esforzarnos en acallarlos. Mas bien debemos aceptarlos y repetirnos mentalmente que los atenderemos en otro momento. Cuando estos pensamientos recurrentes dejen de aparecer, podremos enfocar nuestra atención en ese punto que nos permite desconectar de todo y disfrutar los beneficios de la meditación.