Consejos para sacarle partido al blush

El blush es uno de los cosméticos imprescindibles en tu neceser de maquillaje. 

Un rostro puede cambiar por completo cuando se le da un toque de colorete en las mejillas, resaltando la belleza, disimulando la edad y reanimando el aspecto cansado y pálido. Por todo ello, debería ir contigo a cualquier sitio donde vayas. ¡Nunca sabes cuándo puede hacerte falta!

Sin embargo, para que el blush cumpla correctamente su función, debe lucir súper natural, algo que solo puede conseguirse aplicándolo de manera adecuada y escogiendo el color que más vaya contigo. Como no es tan sencillo como parece, hoy en Maquilladas vamos a darte unos cuantos consejos para sacarle todo el partido al blush. ¿Estás preparada? ¡Pues atenta!

Color

El principal objetivo del blush es que luzcas radiante. Para conseguirlo deberás resaltar el color natural de tus mejillas, evitando los que tienen brillo adicional, ya que nadie se creerá que tienes esos brillitos de nacimiento. Así, si tienes las piel con tonos amarillentos o verdosos, te recomendamos usar tonos durazno o bronce. En cambio, si tu piel es más bien pálida, lo mejor será que te inclines por los tonos rosados. Y si eres morena, te favorecerán los tonos un poco morados.

Textura

También es importante acertar en la elección de la textura. En este sentido, los polvos duran más tiempo en la piel, especialmente si tienes la piel grasa o con imperfecciones. En cambio, los cremosos son más traslúcidos y si se aplican correctamente pueden verse más naturales que los polvos. Lo malo es que si no lo usas a la perfección, puedes obtener un resultado muy poco favorecedor.

Brocha

Por supuesto, el tamaño de la brocha también importa. Las más gordas y peludas suelen estar diseñadas para aplicar la base en polvo. Sin embargo, van mejor las más pequeñas, con un corte diagonal y compacto.

Aplicación

Para finalizar nuestra explicación, vamos a hablar de lo más importante: la aplicación. Nosotras te recomendamos que sonrías y apliques el colorete en el corazón de las mejillas con la brocha extendiéndolo hacia el nacimiento del cabello. Lo más recomendable es que sea más intenso en la parte superior de los pómulos y que esté más difuminado en los extremos.