El sujetador es el compañero más fiel que una mujer puede tener; ofrece sustentación mientras estamos en el trabajo o saltando en el gimnasio.
Lo ideal es tener varios modelos de sujetador, a fin de cuentas, tenemos varios tipos de tops, blusas y camisetas. Con que tengas dos modelos, uno oscuro y uno claro, de tirantes normales, además de un sujetador palabra de honor, un top estilo nadador y un sujetador cuyo tirante se prende al cuello.
Conocer tu talla exacta es fundamental, parece absurdo que a estas alturas no sepas que talla usar, pero es más frecuente de lo que imaginas. El volumen de los senos cambia con el tiempo y el modelo que te quedaba genial ayer, quizás hoy no quede tan bien. Truco: compra prendas que se cierren bien en en los ganchos más apretados, con el tiempo las prendas acaban estirándose.
Por eso, abusa de los probadores, prueba varios modelos sin piedad teniendo en cuenta el alcance de los tirantes, el tamaño de las laterales, flexibilidad del tejido y alambra de sustentación, estructura del tejido.
Los tirantes no pueden quedarse muy ajustados al límite del apretado. La alambra debe acomodar confortablemente tus senos y no fincarse en la piel. Lo correcto es que el centro del sujetador esté bien nivelado al hueso.
Teniendo en cuenta estos detalles sencillos al comprar un sujetador, aprenderás a valorar tus senos, sean grandes o pequeños, además de valor tus prendas, muchas veces un look precioso pierde muchos puntos por un sujetador inconveniente.