Conociste a un chico encantador por el cual te enamoraste desde el primer beso.
Pese a esta fuerte atracción ¿Cómo mantenerlo interesado después de las primeras citas? Los hombres aprecian muchas calidades femeninas y seguramente ellas son responsables por despertar el interés y las ganas de conocerte más – y quien sabe hacer parte de tu vida.
Conozca, a continuación, las calidades imprescindibles que toda mujer debe tener para conquistar un hombre y mantenerle por mucho tiempo:
La dulzura es una de los trucos más útiles para conquistar un hombre. Parece tontería, pero a los hombres – mismo los más brutos – les encantan la atención y cariño, sentirse muy especial. Las mujeres modernas, con tantos compromisos, acaban tachando la pareja de la lista de prioridades.
Aunque no seas el tipo de mujer cuidadosa, no cuesta nada demonstrar cuanto te gusta este chico con algunos detalles y gestos. ¿Un ejemplo? Bajar la canción que otro día el estaba silbando. Son pequeñas cosas que harán el chico apostar en vosotros dos.
Debes ir con calma, los hombres se agobian con mujeres que van muy deprisa. El cerebro masculino, en vez de quedarse satisfecho con las experiencias positivas que tiene, quiere más estímulos. Es decir, si os habéis divertido en la primera cita, desea repetir aun más en la segunda. Actúa valorando siempre los buenos momentos de la vida, y los buenos momentos a dos, y seguramente tendrás su corazón.
Debes ser vanidosa, cuando un hombre observa una mujer, se fija en el cabello, ojos, piel, sonrisa. El cerebro de los hombres está programado para analizar nuestra apariencia e identificar nuestro posible “potencial” para el sexo. Así que, debes ser siempre femenina, cuidar de ti misma, mismo después de conseguir una relación más seria.
Intenta ser más tolerante, sobre todo en el comienzo. Si te quejas del zapato que ha dejado en medio del salón, sentirá que estas queriendo censurarle y escapará veloz, veloz. Eso no quiere decir que debes callarte para evitar discusiones, pero selecciona bien lo que quieres discutir para no pelear por nada y, peor, perder un chico interesante.