Las cremas anticelulíticas y reductoras no pueden resolver solas todos los problemas estéticos de nuestro cuerpo.
Sin embargo, si aliamos este tipo de tratamiento a una rutina de actividades físicas, una dieta rica en líquidos y fibras, es posible preparar la piel para recibir los cosméticos para su absorción adecuada.
Uno de los hábitos que ayuda bastante la penetración y eficacia de los productos reductores es la exfoliación en la ducha. Siempre que quieras reducir la capa de células muertas del cuerpo y magnificar el poder de los cosméticos, haga movimientos circulares en los músculos, abdomen y glúteos.
La razón por la cual este truco es efectivo se debe a la circulación de la piel, que estará activada con el calor del agua. Los poros estarán dilatados facilitando también la penetración de las cremas. Siempre que tu cuerpo este caliente los productos penetrarán con más facilidad.
Otro truco es aplicar tus cremas reductoras antes de la práctica de ejercicios físicos, ya que tienden a aumentar la irrigación del cuerpo. Aplica con media hora de antelación para que el producto sea absorbido por la piel y no se impregne en la ropa.
Las cremas a base de té verde o cafeína son excelentes para romper las células de grasas, ya que inhiben una enzima responsable por el estoque de lepidios en las células. Las cremas con algas tienen acción antiinflamatoria.
¿Cómo aplicar la crema?
Muslos: esparce la crema con movimiento circulares, desde las rodillas hacia la ingle, de fuera para dentro, hasta sentir el toque seco.
Abdomen: desliza las manos abiertas en las laterales hacia el ombligo. Circula el ombligo en sentido horario para estimular el intestino y la eliminación de toxinas.
Glúteos: haga movimientos de la parte inferior del culo hacia arriba, terminando en la parte frontal, en la ingle.
