Superar los principales problemas de vivir junto con tu pareja

Decidir “juntar los cepillos de dientes en el  mismo baño” y vivir juntos es natural en las relaciones sentimental, donde la pareja necesita más espacio, más tiempo para estar juntos e intimidad. 


Para muchos, ir a vivir juntos es una especie de prueba para antes del casamiento, para otros ya se trata del propio casamiento en sí.

Independiente de cómo cada uno afronta la situación, vivir juntos puede ser una experiencia maravillosa, mejora la calidad de vida de ambos, entre otras cosas. Por otro lado, vivir bajo un mismo techo puede provocar algunas situaciones incomodas y problemas de convivencia que no estaban previstos. Conozca, a continuación, algunos trucos para vivir bien con tu pareja:

Es respeto, como en todo en la vida, es la palabra clave. Deberás aprender a respetar las diferentes costumbres de tu pareja, así como ella las tuyas. La vieja discusión sobre la toalla mojada encima de la cama puede convertirse en peleas serias. Es importante que ambos cedan, respeten el espacio del otro, además de absorber nuevos costumbres.

La rutina es parte de las relaciones, pero estos hábitos se convierten en problema cuando se convierte en excusa para acercar la pareja. Lo mejor que puedes hacer es conservar sus amigos y vida social y siempre exponer tus sentimientos cuando notas que algo no está bien.

La vida sexual tiende a enfriar después que l apareja va a vivir junta. Las mujeres dejan de ser osadas y atrevidas, con lencería o una depilación intima divertida y los hombres dejan de probar nuevas posiciones y calentar la relación. Para que eso no ocurra es importante que la autoestima de ambos esté siempre en las alturas. Ambos también deben estar dispuestos a hacer sorpresas, desde un viaje romántico hasta la ida a un motel como en los tiempos de soltero.

Las tareas domesticas deben ser dividas sin discusiones, cada uno deberá ser responsable por determinadas funciones en la casa.

Si tu pareja tiene algún comportamiento o vicio que te incomoda, como celos exagero o cigarro, tienes que tener en la cabeza que ya conocías estos problemas antes de ir decidir vivir juntos, no es ninguna novedad. Obviamente eso no te quita el derecho de reclamar y buscar juntos una solución.

Las facturas y gastos  también deben ser divididas, antes de ir vivir juntos debéis saber si realmente podéis hacerlo. Ambos deben colaborar, pero es posible llegar a algún consenso, como por ejemplo, quien cobra más paga una cantidad mayor de gastos.