La plancha es una de las mejores amigas de cualquier mujer que quiere alisar el pelo sin tener que recurrir a la peluquería.
Enchufas la plancha y en cinco minutos tienes los cabellos lisos e impecables, como te gusta. Sin embargo, es común que cometamos algunos errores en el momento de aplicar la plancha en nuestro pelo, sobre todo por las prisas.
Sabemos que la plancha daña los cabellos, pero su efecto puede ser aun peor si cometes algunos errores que pueden ser fácilmente evitados, mejorando la salud de tu melena. Conozca, a continuación, que errores debes evitar para tener el pelo siempre bonito:
Tu liso de antes de ayer se ha encrespado un poco y quieres alisar solo una mecha. Olvídalo, planchar el pelo sucio deja el pelo con un aspecto pesado y oleoso. La oleosidad de la raíz se reparte para el cabello, dejándoles pegados un al otro. Lo mejor es lavar el pelo, secar y planchar nuevamente.
No olvides nunca los productos termoactivos, que forman una capa protectora en los cabellos, evitando que el calor de plancha dañe el pelo. Coloca una pequeña cantidad de protector térmico en la palma de tu mano, esparce y aplica en todo el pelo ante de la plancha.
No pases la plancha con el pelo mojado, es como freír tus cabellos. Destruye la fibra que estructura los cabellos, dejándoles reseco y con aspecto quemado.
Si estas con pereza de planchar el pelo y coges mechas grandes para planchar más rápido, acabarás consiguiendo el efecto reverso: necesitarás más tiempo para conseguir el liso deseado. Las mechas grandes consiguen un resultado arrugado al pelo, lo que compromete tu apariencia.
Evita pasar las manos en tu pelo todo el tiempo, la mano acumula suciedad y oleosidad, dejando el pelo pesado y sin brillo.
No dejes la plancha parada en el pelo por demasiado tiempo. Muchas mujeres para garantizar el planchado de las puntas, dejan la plancha parada en el pelo por minutos muy largo. Es importante que pases la plancha rápidamente en la mechas, para evitar que el calor dañe aun más el pelo.
No te olvides hidratar el pelo una vez a cada semana, para devolver la humedad natural de los cabellos y restaurar los daños causados por la plancha.