Otoplastia o cirugía correctora de las orejas

La otoplastia o cirugía correctora de las orejas es una intervención quirúrgica  sencilla que ayuda a subsanar muchos problemas psíquicos derivados de un pequeño pero extremadamente visible defecto físico.


Una de las deformidades más características en la infancia es la separación de los pabellones auriculares hacia delante y, a veces, la presentación de la oreja en forma de copa.

Esta insignificante deformidad suele traducirse inmediatamente en un problema, no sólo físico, sino también psíquico, tanto para el niño así como también, en muchas ocasiones,para los padres.
El pequeño que lo sufre acostumbra a ser el blanco de las burlas de sus compañeros de colegio, lo que acrecienta aún más su complejo. En cambio, en las personas adultas, es más habitual la intervención a causa del agrandamiento de los pabellones auriculares.
La otoplastia o cirugía correctora de las orejas consiste en plegarlas más hacia la cabeza o en reducirlas cuando tienen demasiado tamaño. A veces sólo es preciso operar una oreja, aunque lo más habitual es recortar las dos para igualarlas.

Cualquier deformidad adicional en los pabellones auriculares, por rara que sea, es susceptible de ser mejorada, aunque, en esos casos, probablemente se necesitarán técnicas más sofisticadas de reconstrucción.

Cuando se valora la posibilidad de someterse a una otoplastia o cirugía correctora de las orejas, lo más importante no es la deformidad en sí misma, sino el complejo que ésta ocasiona en quien la sufre.

Si el aspecto de sus orejas hace que un paciente tenga problemas psicológicos hasta el punto de pasarlo mal y sufrir por ello, lo más recomendable es que se someta a una operación correctora.

En el caso de los niños, es preciso que los padres no se precipiten en someter a sus hijos a esta intervención. Es mejor que sean los propios niños quienes decidan por sí mismos cuando tengan uso de razón.

De esta forma en el momento que los menores sean capaces de decidir por sí mismo si quieren someterse a una otoplastia o cirugía correctora de las orejas, lo serán también de aceptar los inconvenientes del postoperatorio.

Cuando se trata de menores, el cirujano evaluará no sólo la deformidad en las orejas sino también el estado de madurez del pequeño y la forma de enfrentarse a su problema. Es importante que los padres no intenten forzar a los hijos a operarse.

Por último señalar que en la primera visita, el médico explicará al paciente que la simetría perfecta no es posible y que puede que después de la operación observen pequeños detalles que no les gustan pero que permanecen completamente inadvertidos para los demás.

Fuente:http://bellezaconsejos.com/otoplastia-o-cirugia-correctora-de-las-orejas/