Los implantes de pómulo o de mentón sirven para realzar los ojos y la boca, lo que aporta una mejora de la apariencia facial. Son el complemento de las intervenciones quirúrgicas destinadas a embellecer el perfil del rostro.
La colocación de implantes en pómulos ayuda a resaltar esta zona al tiempo que propicia un ligero hundimiento de la parte inferior de la mejilla. Estos rasgos aportan al rostro un aspecto más sensual y armonioso.
Sin embargo, son pocos los pacientes que acuden a la consulta de un cirujano plástico para que les pongan un implante de este tipo. Lo normal es que la propuesta surja tras un estudio de la imagen del candidato a una rinoplastia.
La falta de proyección del mentón se hace sumamente evidente en los pacientes que acuden a la consulta para someterse a una rinoplastia, es entonces cuando se les plantea la posibilidad de someterse a implantes de pómulo o de mentón.
Si la naríz es grande de por sí y el mentón no es prominente, el tamaño de la protuberancia nasal se acetúa. Esta es la principal razón por la que se acostumbra a proponer al paciente esta otra intervención.
Otra de las razones del uso de este implante es lograr una mayor anchura de la mandíbula en aquellos cuellos estrechos y cortos que presentan doble papada o flacidez exagerada en las comisuras de los labios.
El rostro humano está constituido por diversas zonas que son consideradas fundamentales a la hora de definir los puntos de belleza. Estos pueden ser blandos, como tejidos, grasas o piel, o duros.
Son precisamente estos últimos los que interesan a la hora de hablar de implantes de pómulo o mentón. Los puntos duros son tres, las órbitas oculares, los pómulos y el contorno mentón-mandíbula.
Realzar estos tres puntos da lugar a una cara más ovalada, que simper transmite un aspecto más sensual y atractivo, así como una definición de líneas más pronunciadas que confieren al rostro muchas más fuerza al resaltar ojos y labios.
Por otra parte, las caras que tienen pómulos prominentes sutentan mejor las partes blandas, lo que retarda la flacidez en la zona de la comisura de los labios, convirtiéndose en otra ventaja de los implantes de pómulo o mentón.
Se consideran que son buenos candidatos para someterse a una intervención de este tipo a aquellos pacientes que presentan una cara muy alargada debido a unos pómulos que sobresalen poco.
En otras ocasiones, el paciente acude porque presenta mucha flacidez en las comisuras de los labios, lo que origina la pérdida del contorno de la mandibula. Esto suele ser debido a que el pómulo no hace la función de soporte.
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