La técnica del Shiatsu


La técnica del Shiatsu procede de Japón y tiene mucho en común con las terapias chinas de la acupuntura y la digitopuntura. Literalmente la palabra Shiatsu significa “presión con los dedos”, aunque esto no es exacto, ya que, además de los dedos los terapeutas utilizan las palmas de las manos, los codos y las rodillas.

La clave para entender esta técnica se encuentra en el concepto de ki (chi en chino), es decir, la fuerza vital de la que se cree que dependen la salud y el bienestar del cuerpo. Según las medicinas tradicionales de China y Japón, el ki recorre el cuerpo a través de invisibles canales de energía.

Estos canales son denominados meridianos y cada uno de ellos está asociado a una parte del cuerpo. Cuando estos canales se obstruyen o reciben un exceso de estímulos, el flujo del ki queda interrumpido y es entonces cuando aparecen las enfermedades.

El exceso de estímulos en los meridianos del cuerpo puede venir motivado por diferentes causas como pueden ser el estrés, una lesión o el seguimiento de una dieta poco equilibrada. Todos estos factores serán tenidos en cuenta por la técnica del Shiatsu.

La finalidad de esta técnica japonesa es restablecer el flujo de ki, utilizando para ello un conjuntos de técnicas que se aplican sobre los cientos de puntos distribuidos a lo largo del cuerpo y situados sobre los meridianos, que se denominan tsubos.

Esta técnica es practicada en Japón desde hace cientos de años y ha pasado de generación en generación hasta el día de hoy. Actualmente se sigue utilizando en las casas, donde los miembros de una familia, se la aplican los unos a los otros.

A pesar de que la técnica del Shiatsu es un procedimiento que ha demostrado suficientemente ser completamente seguro y efectivo, lo cierto es que no ha adquirido el reconocimiento de terapia hasta bien entrado el siglo XX.

El Shiatsu no puede curar enfermedades, sin embargo determinados síntomas responden particularmente bien a esta terapia. Es lo que ocurre con los síntomas de estrés que se ven especialmente aliviados con la aplicación de esta técnica de presión.

También pueden beneficiarse de los efectos de la aplicación de esta terapia las personas que padezcan enfermedades como asma, dolores musculares, dolores de cabeza, migrañas, odontalgia, depresión, insomnio, problemas digestivos y úlceras de estómago.

Por otra parte, la técnica del Shiatsu se emplea también para restablecer el estado general de salud del individuo. De hecho hay muchas personas que, sin estar enfermas, notan que se encuentran bajas de defensas por lo que tienden a sufrir continuos resfriados, cambios de humor o irritabilidad.
También pueden presentarse cuadros depresivos, indigestiones, etc. En todos estos casos, el Shiatsu ayuda a mejorar el sistema inmunológico del organimo convirtiéndose, de esta forma, en una inmejorable terapia de carácter preventivo.

Cabe también destacar que esta terapia o técnica pude ser autopracticada y que, nosotros mismos, podemos aplicarnosla. Por ejemplo utilizando el pulgar presionamos durante cinco segundos el punto situado en el dorso de la mano entre el pulgar y el índice, esto ayudará a aliviar dolores de cabeza, dentales y congestión.