Opciones prácticas con cerdo para incluir en tu dieta baja en calorías
El cerdo puede ser consumido en una dieta sin ningún tipo de problemas. Pero también es cierto que no debe ser cualquier corte ni la primera receta que te venga en gracia. En este artículo podrás encontrar cuatro opciones light para que comer cerdo ni signifique salirte de tu régimen.
Existe una afirmación popular, que en parte es cierto pero también tiene su cuota de mito, que dice que el cerdo no es del todo indicado para perder peso. Está bien, hay cortes que están repletos de grasa y calorías. Pero un solomillo, un carré y otros sectores de dicho animal son completamente aptos para una dieta, siempre y cuando se los consuma bien magros y cocidos como corresponde.
Existen muchas recetas que puedes poner en práctica para que veas que eso de comer cerdo sin engordar puede ser cierto. Sólo tienes que repasar las opciones, buscar la que más te guste y ponerla en práctica para ver qué te parece. Todas incluyen cocciones saludables y hasta algún que otro toque exótico para ponerle un poco de color y variedad a tu dieta.
Estas son cuatro recetas light con cerdo que quizás te resulten interesantes:
Salteado light de cerdo y vegetales: Una receta de clara inspiración oriental, donde un corte magro de cerdo se combina con vegetales varios, setas y una cocción corta a fuego fuerte, para que queden las verduras crujientes y listas para ser disfrutadas.
Cerdo con puré de manzanas: Un clásico que no prescribe, ya que el puré de manzanas (preparado en versión light), va a ir espectacular con la carne de cerdo. Esta última, irá preparada con un toque de salsa de soya y cerveza roja, pero sin nada de grasa que te perjudique.
Cerdo a la naranja: Una preparación sencilla, que tiene su toque frutal, pero que no queda tan agridulce como puede llegar a parecer. El toque para el maridaje perfecto está en la mostaza, acaso uno de los condimentos que mejor se lleva con el cerdo.
Ensalada de cerdo y piña: Esta es otra combinación que se lleva de maravillas. La piña, con su dulzor ácido, contrasta de maravillas con la carne de cerdo, que ya de por sí es bastante proclive a mezclarse óptimamente con las frutas. Se mezcla con hojas verdes, un toque de cebolla y una vinagreta con un toque oriental para aliñarla.