Las bebidas light engordan

El consumo de bebidas con edulcorantes artificiales se han relacionado con la obesidad. Estas sustancias confunden al cerebro, haciendo que se coma en exceso.



Un nuevo estudio, publicado en la revista Physiology & Behaviour, muestra que el uso habitual de edulcorantes artificiales, como la sacarina, podría estar relacionado con una alteración del proceso de recompensa del cerebro asociado al sabor dulce.

Se reclutaron 12 consumidores regulares (al menos una vez al día) de bebidas light y a otros 12 sujetos que no las consumían nunca o casi nunca. Los sometieron a una resonancia magnética del cerebro, tras 12 horas de ayuno, mientras les suministraban sacarosa (un edulcorante vegetal) o sacarina (un edulcorante artificial).

En los bebedores de bebidas no dietéticas, la sacarina provocó una mayor respuesta en la corteza orbitofrontal derecha que la sacarosa.

Mientras que no hubo diferencia en la respuesta registrada a ambos edulcorantes en los bebedores de productos light, en los bebedores de bebidas light, se observó una asociación negativa entre la activación del núcleo caudado derecho y la cantidad de bebidas light consumidas a la semana. Es decir, cuantas más cantidad de refrescos light se consumían menor era la activación de esta parte del cerebro.

El núcleo caudado derecho es un área del cerebro asociada con la motivación y el sistema de recompensa del cerebro de la comida. Por lo que si este área se activa menos con el consumo de un determinado alimento, el sujeto tenderá a ingerir más para obtener una respuesta satisfactoria, por lo que se asociaría con un mayor riesgo de obesidad.

Estos hallazgos sugieren que hay alteraciones en el procesamiento de recompensa de sabor dulce en individuos que consumen regularmente refrescos light, y esto se asocia con el grado de consumo.

En el caso de los consumidores habituales de bebidas light hay una activación más generalizada de las áreas de recompensa, independientemente de si es la bebida es light o no, ya que el consumo regular de estas bebidas impide que el cerebro calibre de forma fiable cuánta energía estamos consumiendo.